miércoles, 8 de abril de 2015

Raíces Profundas

'Tiempo atrás, yo era vecino de un médico cuyo hobby era plantar árboles en el enorme patio de su casa. A veces, observaba, desde mi ventana, su esfuerzo por plantar árboles y más árboles, todos los días. Lo que más llamaba mi atención, entretanto, era el hecho de que él jamás regaba los brotes que plantaba. Pasé a notar, después de algún tiempo, que sus árboles estaban demorando mucho en crecer. Cierto día, resolví entonces aproximarme al médico y le pregunté si él no tenía recelo de que las plantas no crecieran, pues percibía que él nunca las regaba.  Fue cuando, con aire orgulloso, él me describió su fantástica teoría.
Me dijo que, regase sus plantas, las raíces se acomodarían en la superficie y quedarían siempre esperando por el agua fácil, que venía de encima. Como él no las regaba, los árboles demorarían más en crecer, pero su raíces tenderían a migrar hacía lo más profundo, en busca del agua y de los variado nutrientes encontrados en las capas más inferiores del suelo.
Así, según él, los árboles tendrían raíces profundas y serían más resistentes a la intemperie. Y agregó que él frecuentemente daba unas palmadas a sus árboles, con un diario doblado, y que hacía eso para que se mantuvieran siempre despiertas y atentas. Esa fue la ´nica conversación que tuve con mi vecino.
Tiempo después fui a vivir a otro país, y nuca más volví a verlo. Varios años después,al retornar. fui a ver mi antigua residencia. Al aproximarme, noté un bosque que no había antes. ¡¡ Mi antiguo vecino, había realizado su sueño!! Lo curioso es que aquel era un día de viento muy fuerte y helado, en que los árboles de la calle estaban arqueados, como si no estuviesen resistiendo al rigor del invierno.
Entretanto, al aproximarse al patio del medico, noté como estaban sólidos sus árboles. Prácticamente no se movían, resistiendo estoicamente aquel fuerte viento. Qué efecto curioso, pensé... Las adversidades por las que aquellos árboles habían pasado, llevando palmaditas y habiendo sido privados de agua,parecía que los había beneficiado de un modo que el confort y el tratamiento más fácil jamás lo habrían conseguido.
Todas las noches, antes de ir a acostarme, doy siempre una mirada a mis hijos. Observo atentamente sus camas y veo como ellos han crecido. Frecuentemente rezo por ellos. La mayoría de las veces, pido para que sus vidas sean fáciles, para que no sufran las dificultades y agresiones de éste mundo...
He pensado, entretanto, que es hora de cambiar mis ruegos.Ese cambio tiene que ver con el hecho de que es inevitable que los vientos helados y fuertes nos alcancen. Sé que ellos encontraran innumerables dificultades y que, por tanto, mis deseos de que las dificultades no ocurran, han sido muy ingenuos.
Siempre habrá alguna tempestad en algún momento de nuestras vidas, porque, queramos o no, la vida no es muy fácil.
Al contrario de lo que siempre he hecho, pasaré a rezar para que mis hijos crezcan con raíces profundas, de tal forma que puedan retirar energía de las mejores fuentes, de las más divinas, que se encuentran siempre  en los lugares más dificiles. Pedimos siempre tener facilidades. pero en verdad lo que necesitamos hacer es pedir para desenvolver raíces fuertes y profundas, de tal modo  que cuando las tempestades lleguen y los vientos helados soplen, resistamos con firmeza, en vez de que seamos subyugados y barridos.
La naturaleza nos enseña muchas cosas sin las sabemos ver.'


Irene Villa

Os dejo con el look de hoy. Mi combi preferida: el blanco y negro. Por el día está haciendo bueno, pero por las noches aun hay que abrigarse un poquito.










Abrigo: Primark, Vestido: Pull&Bear, Botas: Bershka

Animo que ya estamos a mitad de semana y el viernes asoma ya por una esquinita que lo veo....

Besos,M.

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